La pesadilla habitual entre los altos ejecutivos de las operadoras de telefonía móvil es la unión en sagrado matrimonio del móvil y las conexiones inalámbricas WiFi. Sólo imaginar un dispositivo de estas características debe de producirles nauseas, picores en todo el cuerpo y una molesta sensación de que el modelo de negocio tradicional de la telefonía está cambiando y ellos no tienen muy claro hacia dónde se dirige. Son síntomas similares a los que sufren, desde hace unos años, los ejecutivos de la industria discográfica.
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miércoles, octubre 12, 2005
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